TiSA

El pacto internacional secreto TiSA que está siendo negociado en absoluto secreto por medio centenar de países de todo el mundo, capitaneados por Estados Unidos y la Unión Europea, pretende liberalizar el empleo de conductores y vehículos procedentes de países pobres con escasa protección laboral que no cumplen los estándares laborales ni de seguridad de los vehículos, algo que pondrá en serio peligro la subsistencia del transportista autónomo español además de poner en peligro la seguridad vial de todos los países firmantes, incluida España.

Eso es lo que se interpreta del contenido del Anexo sobre Transporte de Mercancías por Carretera y Servicios Logísticos Relacionados, en el Trade in Services Agreement (TiSA) que Wikileaks ha conseguido desvelar en una colaboración internacional con doce medios de comunicación e instituciones de diferentes países, y que el diario Público ha publicado en exclusiva para España.

El tratado no sólo consolidará el poder de las grandes multinacionales del transporte, sino que también incrementará las presiones económicas y comerciales que ya están ejerciendo las grandes corporaciones –clientes de esas transnacionales– sobre los gobiernos que tratan de proteger sus pequeñas y medianas empresas nacionales.

Lo más grave de este tratado serían las consecuencias funestas que podría traer al transportista autónomo español. En estos momentos, los camioneros de Europa del Este y de otras regiones de Eurasia que trabajan en el transporte por carretera en la UE ya están sometidos a unas condiciones infrahumanas de trabajo, cobrando unos salarios indecentemente bajos.

Una dramática realidad que no necesita, precisamente, mayor liberalización…, ni que se reproduzca en otros lugares del mundo ya que permitiría la libre contratación de todo tipo de conductores, incluso autónomos, con escasa protección laboral y deficientes controles de seguridad de los vehículos que significaría, sin duda, una nueva amenaza para los transportistas autónomos de nuestro país a lo que habría que sumar el peligro que supondría a la seguridad vial de los ciudadanos y medioambientales en los países donde trabajasen.

Igualmente, la sección que prevé acelerar la concesión de permisos de permanencia de hasta un año para los conductores profesionales demuestra las intenciones de los negociadores de que las empresas puedan importar chóferes para que presten sus servicios en países que desconocen. No existe ninguna razón objetiva posible para procurar ese desarrollo de ese tipos de servicio, salvo la posibilidad de explotar laboralmente y económicamente a trabajadores procedentes de países pobres.

Las conclusiones que se sacan de los documentos filtrados sobre las negociaciones del pacto internacional TiSA que se están llevando en absoluto secreto ante la opinión pública, es proteger los intereses de las grandes corporaciones del transporte, sin preocuparse por proteger ni los derechos laborales de los trabajadores, ni siquiera la seguridad del tráfico por carretera ni los medioambientales.

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