El transportista desde que se hace cargo de la mercancía tiene la responsabilidad de que esta llegue a su destino en el mismo estado en el que fue entregada, si queda estropeada durante el trayecto, el transportista deberá pagar a su cliente con indemnizaciones que dependerán de los kilogramos de peso bruto de mercancía averiada o estropeada. Sin embargo, el transportista puede quedar exonerado de su responsabilidad si toma ciertas medidas y precauciones antes de hacerse cargo de la mercancía.
Sabemos que el cargador es el responsable de acondicionar las mercancías en el camión para que estas lleguen en perfecto estado a su destino, es lógico pues es él quien conoce realmente la naturaleza de las mercancías que se van a transportar. Pero cuidado, el trabajo de carga no siempre se hace correctamente y pueden haber insuficiencia o deficiencia del embalaje que den como resultado que la mercancía que llevas en el camión llegue dañada a su destino.
Si quiere quedar exonerado de cualquier responsabilidad está en la obligación de realizar un examen externo de la mercancía y de su embalaje antes de realizar el transporte, si observa deficiencias en su embalaje puede negarse a realizar el transporte, exigiendo incluso una compensación por la imposibilidad de realizar el porte, o condicionar su ejecución a que le permitan formular reservas en la carta de porte.
Muchos tribunales estiman responsable al transportista en aquellos supuestos en los que resulta evidente la insuficiencia o deficiencia del embalaje, y a pesar de ello, el transportista se hizo cargo de la mercancía sin hacer ninguna reserva en la carta de porte. Así que nunca está de más tomar las precauciones que hemos comentado en el artículo antes de hacerse cargo de la mercancía si quiere evitarse un disgusto cuando llegue a su destino.
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